Los principales jugadores del sector consideran urgente una reforma del SNP para evitar mayores perjuicios.
Aunque la nueva ley de AFP parece beneficiar a los afiliados de 65 años a más al permitirles retirar hasta el 95,5% de sus fondos, los competidores del sector concuerdan en que su promulgación desvirtúa el papel del Sistema Nacional de Pensiones. La iniciativa no solo abre la posibilidad de que el afiliado ya no cuente con alguna pensión en el futuro. Además, un mal uso de su dinero que podría traer problemas a largo plazo.
POSICIONES
Aldo Ferrini, gerente general de AFP Integra, considera que la norma no responde a un análisis integral, que debería buscar el acceso a una pensión para toda persona que deja de trabajar. “No estamos en contra de que el afiliado sea dueño de su dinero, pero tiene que realizar este ahorro establecido por el Estado. Todo cambio debe responder a una investigación más profunda y no solo centrarse en el derecho a disponer de todo el dinero”.
Agrega que su institución ya trabaja en adecuarse a la nueva ley. Uno de sus objetivos es informar a los afiliados y asesorarlos bien antes de que tomen una decisión tan importante como el retiro de sus fondos. Otra medida es la ampliación de sus canales de pensión para afrontar el siguiente periodo, siempre con la premisa de mantener una buena atención al público.
Renzo Ricci, gerente general de Prima AFP, considera que el principal impacto de la nueva ley es la distorsión del objetivo de las AFP: permitir que los afiliados cuenten con una pensión para su vejez. Considera que la verdadera preocupación debe ser el impacto que la medida tendrá en los afiliados que no puedan administrar correctamente el dinero que decidan retirar y, finalmente, lo consuman en el corto plazo.
El experto señala que la medida desfinanciará el Sistema Nacional de Pensiones (SNP), ya que los jóvenes optarán por afiliarse a una AFP para aprovechar su flexibilidad en el retiro de fondos. Agrega que el país posee un déficit de infraestructura que las AFP y aseguradoras combaten mediante la inversión en proyectos de largo plazo, como carreteras y líneas de trasmisión eléctrica, cuyo financiamiento se ve perjudicado por la ley.
En el mercado local, las AFP buscan la eventual conformación de una comisión técnica, para trabajar de manera responsable y generar alternativas de desarrollo con visión a largo plazo. Así podrán lograr un sistema moderno, flexible y sostenible, que acoja la mayor cantidad de gente. “Por ejemplo, hoy no se incluye a los trabajadores informales o independientes. El nuevo enfoque busca llegar a ambos”, señala Ferrini.