Meta nacional: 10 millones de turistas
“Debemos continuar por la senda de la diversificación de nuestra oferta”, asegura el presidente de CANATUR.
La base del desarrollo turístico de nuestro país está en el reconocimiento de su extensa riqueza: la inconmensurable biodiversidad de flora y fauna; la herencia cultural milenaria resultado de ser cuna de civilizaciones, con más de 5 mil años de historia reflejados en vestigios arqueológicos, arquitecturas milenarias y centenarias que conviven con la modernidad; una sociedad multicultural y multirracial, que convive en ese maravilloso territorio de costas, sierras y selvas que es el Perú.
Movilizar ese desarrollo requiere organizar nuestra riqueza, hacer un catastro del patrimonio, realizar una jerarquización y un ordenamiento territorial que promueva la priorización de las inversiones público-privadas, para su puesta en valor e introducción a la economía local.
Nuestro país ha crecido con poca o nula planificación propiciando un desorden que, felizmente no ha impedido el crecimiento del Turismo en los últimos 50 años. En este sentido, tenemos la tarea de seguir avanzando y sobre la marcha, hacer correcciones en la infraestructura pública de servicios de conectividad, transporte, saneamiento, urbanismo, etc. con el objetivo de tener un producto turístico de altísimo nivel, muy competitivo y absolutamente sostenible.
El Perú tiene la inmensa suerte de contar con una de las siete nuevas Maravillas del Mundo como es Machu Picchu. Es una joya natural y cultural reconocida globalmente y de la cual nos sentimos orgullosos. Pero tenemos que reconocer que su grandeza ha “machupizado” nuestra actividad turística, basándola en un solo producto con algunos destinos que se consolidan en el Circuito Sur.
Ahora bien, nuestro país tiene además la fortuna multiplicada de contar con otras maravillas culturales de la misma magnitud que nuestra joya de la corona, como son El Gran Pajatén, Kuelap, la Ruta Moche o El Reino de los Chachapoyas; así como otras maravillas naturales, territorios como la selva alta y baja, Chachapoyas, Moyobamba, Rioja, Tarapoto, Yurimaguas llegando al río Amazonas, a nuestra ciudad y puerto fluvial más importante de la Amazonia como es Iquitos. Sumemos además los infinitos recursos naturales, nuestros ríos caudalosos, manantiales, cascadas, poblados de aves, orquídeas, palmeras y miles de otras especies.
Es el momento de iniciar y potenciar la desconcentración de los destinos turísticos del Perú y diversificar nuestra oferta con el Circuito Nor Amazónico, que integra nueve regiones inagotables que se complementan con las hermosas Playas del Norte.
Si la pregunta es si somos capaces de atraer y gestionar a 10 millones de turistas, la respuesta sin dudarlo es afirmativa. Eso sí, este reto requiere afinar nuestras estrategias de promoción haciéndola más innovadora y adecuada a los nuevos segmentos y nichos de mercado, donde la cultura y naturaleza se integren al estilo de vida del nuevo turista, alineados con las tendencias del consumo actual y dejando claro que jamás seremos un destino masivo. Así mismo, debemos continuar por la senda de la diversificación de nuestra oferta, además de realizar las correcciones en la infraestructura pública antes mencionadas. Urgente señor Presidente, la segunda pista y terminal del aeropuerto Jorge Chávez deben entregarse en el primer semestre del 2020, y que se promueva que más aeropuertos regionales reciban vuelos directos del mundo. ¡Sí podemos! ¡Unidos con el Turismo, sí podemos!