Sábado, 23 de octubre del 2021

Historias que inspiran: dos testimonios de grandes profesionales

Conoce a Lourdes Campos, Cardióloga y Alejandro Castañeda, productor de audios publicitarios.

Historias que inspiran: dos testimonios de grandes profesionales
En promoción de Lourdes Campos habían unos 40 alumnos y solo cinco o seis eran mujeres.

“Nunca dudé de mi vocación”

“Hacerse un espacio en Cardiología no ha sido fácil para la mujer. Recuerdo que cuando era residente de primer año, recibí comentarios como: ¿Cardióloga? ¿Cuándo se ha visto una mujer cardióloga? Yo me decía: les voy a demostrar que sí se puede.

La mujer ha vivido relegada en nuestra sociedad y por muchos años estuvo al margen de temas laborales, luego se dedicó más al trabajo de escritorio. Pero el tiempo, por suerte, se ha encargado de cambiar las cosas.

A mí, desde niña, me gustaba atender a quien estuviera enfermo. Cuando llegó el momento de pensar qué estudiar, no dudé de mi vocación: se orientaba hacia las ciencias. Y decidí estudiar la carrera de Medicina.

NO FUE FÁCIL

Ya en la universidad, llevamos varios cursos básicos y, de pronto, tocó que estudiáramos Anatomía. Para algunos, resultaba muy chocante ver un cadáver. En un momento también me pregunté si podría seguir. No fue fácil.

Recuerdo que conecté con los temas de cardiología desde el pregrado. Descubrí que para algunos era complicado hablar del ciclo cardiaco, de los soplos y otros temas, no sabía por qué; para mí, era fácil de comprender.

Ello me animó a pensar que más adelante esa sería mi especialidad. Aunque, claro, algunos me decían: ‘La cardiología es estresante’, ‘vas a vivir de guardia en guardia’, ‘busca algo más tranquilo’. Y ahí viene la otra parte. Antes se pensaba que unas especialidades médicas estaban destinadas a las mujeres y otras a los varones. La cardiología, se decía, era para los varones. En una promoción de 40 alumnos, solo cinco o seis eran mujeres. Yo fui una de ellas y egresé en el 2005.

Para mí, la satisfacción más grande es haber estudiado mi especialidad, siento que fue una buena decisión. Avanzo por el mundo de la cardiología a buen ritmo. La vida me ha regalado la oportunidad de poder ayudar a mucha gente. Les ayudo a prevenir infartos, pues clínicamente ya uno los visualiza y toma las medidas preventivas necesarias.

Aunque a veces, un paciente deja de venir por dos o tres meses y uno se pregunta qué pasó, luego aparece y te cuenta que estuvo hospitalizado.

Lo más satisfactorio de mi carrera es que puedo salvar vidas. Y a mis pacientes les queda el aprendizaje de lo importante que es la prevención. Algo que, además, comparten con los suyos. Eso es tan importante como cuando nos dicen: ‘Muchas gracias, doctora’”.




En sintonía con la música

“Al salir del colegio, pensé en ser músico. Pero antes de postular a la universidad, pasé por el instituto Campus. Ahí estudié la carrera técnica de audio y sonido profesional, entre el 2007 y el 2008. Tres años más tarde, ingresé a la carrera de Música de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).

Al empezar mis estudios universitarios, yo ya realizaba prácticas en la industria musical. Entre el 2009 y el 2010, empecé a practicar en un estudio que hacía música para publicidad. Eso, definitivamente, me atrapó. Recuerdo que vi a músicos muy capacitados en ese rubro. Empecé a dedicarme a la creatividad en sonido, diseño de sonido y música para publicidad.

El hecho de trabajar provocó que terminara la carrera en siete años, aproximadamente. Incluso, tuve que dejar de estudiar un año, pues el trabajo me demandaba casi todo el día. Recién cuando pasé a part time, retomé los estudios.

Cuando egresé de la UPC, lo hice como compositor. No me especialicé en producción, porque yo ya trabajaba en eso y no quise repetir lo que ya hacía profesionalmente en las aulas de la universidad.

La experiencia fue muy buena. Al graduarme, presenté un cortometraje, lo cual me demandó varias amanecidas con un grupo de amigos. Tengo muy buenos recuerdos de esa época.

Actualmente, tengo mi propia empresa, Barba Roja Audio. Ofrezco audio para publicidad y medios audiovisuales. Trabajo con muchos sonidistas, en calidad de productor. Estoy muy vinculado con la creatividad y producción musical para publicidad.

Considero que en el Perú hay mucho campo para trabajar en sonido. Siempre hay trabajos que hacer para instituciones, eventos, agencias de publicidad. Ser intérprete o tocar un instrumento es solo la punta del iceberg en el mundo musical, pues hay muchas cosas por hacer.

Hay gente que hace música solo para retail y tenemos una industria del cine que está creciendo en el Perú. El mercado laboral se muestra auspicioso en música y no está tan saturado como otros terrenos profesiones más tradicionales. Eso es bueno”.

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