Iniciar los estudios de maestría implica un gran esfuerzo. No solo se trata de una significativa inversión económica, sino también de una enorme dedicación y privaciones. Sin embargo, para muchos profesionales es necesario.
José Maguiña, director académico de la Escuela de Posgrado de la Universidad del Pacífico, explica que “en Finanzas ,y en todas las especialidades, es cada vez más importante actualizar los conocimientos para mantenerse vigentes. El campo financiero se he convertido en uno de los más dinámicos en la gestión de los negocios. Un profesional con una maestría en Finanzas cuenta con una enorme ventaja que el mercado laboral reconoce”.
Por su parte, el magister Gino Dodero Ortiz de Zevallos, docente principal de la Maestría en Finanzas Corporativas de la Universidad Privada del Norte (UPN), menciona que “debido a que la maestría en Finanzas está enfocada en el desarrollo de competencias analíticas y de aplicación práctica inmediata, resulta de gran utilidad para cualquier profesión. Sin embargo, indicó que podrán aprovecharla mejor los profesionales que buscan desempeñar roles de gerencia general, planeamiento estratégico, finanzas, control financiero, banca y finanzas, evaluación y gestión de proyectos, análisis de riesgos, auditoría, créditos y cobranzas, tesorería, inversiones, mercado de capitales y de valores, mesa de dinero, fusiones y adquisiciones”.
Cabe señalar que una maestría en Finanzas puede ayudar a desarrollar competencias generales, como liderazgo, toma de decisiones, comunicación, actitud crítica y trabajo en equipo. Pero sobre todo competencias específicas, como análisis de escenarios integrales, criterios para la gestión de inversiones y negociación del financiamiento.
También ayuda a elaborar procesos claros para tomar decisiones gerenciales, evaluar planes financieros, establecer mapas de riesgo, elaborar objetivos estratégicos, económicos y financieros e identificar y aprovechar oportunidades de negocios.
Ahora bien, los cambios del mundo moderno han llevado a las universidades a adaptar sus propuestas, veamos que han hecho algunas de ellas para adaptar su malla curricular en este sentido. En el caso de la Universidad del Pacífico, José Maguiña explica que el programa busca integrar de manera balanceada un profundo y sólido componente teórico con otro eminentemente práctico y aplicativo.
Al terminar la maestría en Finanzas, los alumnos habrán desarrollado tres competencias específicas. La primera de ellas es la capacidad de generar propuestas éticas en la administración de los recursos financieros a través de soluciones oportunas y efectivas.
En la ESAN Graduate School of Business, por otra parte, “se migró de un currículum enfocado en la utilización de las herramientas a uno centrado en el desarrollo del criterio para resolver problemas de tipo gerencial. Asimismo, se incluyen dos posibles menciones: Finanzas Corporativas y Mercado de Capitales”, manifiesta Alfredo Mendiola, director de la maestría en Finanzas.
Finalmente, Gino Dodero Ortiz de Zevallos, señala que la malla curricular de la UPN se enfocaen la determinación de los impulsores del valor para las compañías y los stakeholders, así como en los factores que comprenden la aplicación inmediata en las organizaciones de lo aprendido en la maestría y la adecuada gestión del riesgo.
Un egresado de la maestría en Finanzas debe estar en capacidad de comprender el modelo de negocio de la organización e involucrarse en la implementación de estrategias que generen valor compartido para sus accionistas y trabajadores. Asimismo, estar en capacidad de interactuar con el mercado de capital que permita un adecuado financiamiento del negocio.